ER Diario
26/01/2024

Ese infame latrocinio

El politólogo y docente Nicolás Loza analiza, desde su perspectiva el fenomeno de la inflacion.

Por Nicolas Loza

En su libro «La Inflación como Delito», el reconocido economista Ricardo Rojas plantea una perspectiva audaz y convincente: la inflación es un delito que afecta directamente a la sociedad. En este libro el autor expone los efectos perjudiciales de la inflación en la economía y en la calidad de vida de las personas.

La inflación, entendida como el aumento del dinero circulante, no solo erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos, sino que también genera incertidumbre y desequilibrios en el  mercado. Este fenómeno es resultado de políticas económicas irresponsables y de la extralimitación de los gobiernos, sumada a la falta de control por los ciudadanos. En Argentina nos hemos acostumbrado a dar a la inflación una explicación multicausal y desechamos las explicaciones más reconocidas desde el punto de vista académico. Mientras en el mundo se sostiene X, acá sostenemos Y. La particularidad argenta, la regla de la excepción.

Tenemos que decir de forma clara, que la inflación actúa como un impuesto oculto y regresivo, afectando principalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. A medida que el dinero circulante aumenta,  el salario real disminuye, lo que implica una reducción en la capacidad de compra de bienes y servicios básicos. Esto perpetúa la desigualdad, dificulta el desarrollo económico sostenible y libera de toda  responsabilidad a los funcionarios políticos: el famoso “Plan Platita”, que caracterizó las gestiones kirchneristas.

Hay que sostener sin relativismos que la inflación distorsiona las decisiones económicas, desincentivando la inversión y el ahorro; que los agentes económicos se ven obligados a tomar medidas defensivas para protegerse de la pérdida de valor de la moneda y que esto lleva a la especulación y al estancamiento económico. No hay que dar concesiones en esto.

Ciertamente la inflación genera un ambiente propicio para la corrupción y el lavado de dinero. La falta de estabilidad económica y la depreciación constante de la moneda facilitan prácticas ilegales y perjudiciales para la sociedad en su conjunto.

Debemos considerar a la inflación como un delito, dar ese cambio cultural. Los efectos de las políticas inflacionarias impactan negativamente en la economía y en la calidad de vida de las personas. Esto es innegable. Tenemos que fomentar un cambio cultural y sostener de manera objetiva, realista y verdadera que es necesario tomar medidas responsables y efectivas para combatir este infame latrocinio. En definitiva, es necesario en este cambio de época sostener la verdad.

*Politologo-Docente

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