ER Diario
09/02/2024

La mirada de Pablo Barberis sobre la caída de la ley ómnibus

¿Qué es la casta y a quién beneficia Milei con sus decisiones? Analizó el estilo de conducción de Milei.

La caída de la denominada Ley Ómnibus –en realidad Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos–, pieza clave del Gobierno nacional, y las derivaciones políticas y económicas del traspié oficialista en la Cámara de Diputados son, por estas horas, motivo de intenso debate.

En este marco, durante una entrevista con el programa Malos Perdedores (Radio Costa Paraná 88.1), Pablo Barberis, el vicedecano de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), opinó que tras este desenlace “nadie puede detentar el título de una victoria más que pírrica, lo veamos desde la dimensión que lo queramos ver”.

“Lo que pasó, realmente, era lo que se esperaba, porque los gobernadores sobre el final de la jornada del jueves y ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo en un texto, convalidan una actitud que es eminentemente política, que es decir ‘vamos a aprobar en general y nos vamos a sentar a discutir los artículos’”, analizó Barberis, y después, el último martes, “vino esta negativa de La Libertad Avanza a discutir en particular” los puntos que preocupaban a  los gobernadores relacionados básicamente con lo presupuestario.

Los gobernadores “simpatizantes del oficialismo”, agregó Barberis, “necesitaban alguna serie de seguridades vinculadas a cuestiones financieras, la coparticipación de impuestos que están tan celosamente cautivos en manos del poder federal y toda una serie de cuestiones que hacen al presupuesto”. Hay que recordar, en este sentido, que las estimaciones indican que los gobernadores, con lo presupuestado para 2023, sólo tienen “para ir tirando” hasta abril dado el nivel inflacionario del país.

Los gobernadores, en definitiva, buscan alguna seguridad para después de abril porque, de lo contrario, en los primeros días de mayo pueden convertirse “en mendigos de la Casa Rosada, absolutamente dependientes de los criterios, de los designios y de los caprichos de alguien que, además, tiene un estilo de conducción que, creo, genera cada vez más dudas que confianza”.

 

Lo que viene

Ante este aparente quiebre de relaciones entre el Poder Ejecutivo y el legislativo, Barberis mencionó una serie de precisiones técnicas. “El gobierno tiene la herramienta para poder ser muy discrecional desde el día 11 de diciembre, o desde el mismo día 10 de diciembre, cuando acepta en un acuerdo previo, pero que lo pone en ejecución a partir de la entrada en funciones, de manejarse con este presupuesto 2023. Todos los organismos del Estado, las provincias, todos quedamos atados a una reconfiguración presupuestaria que atrasa, por lo menos en un 190% respecto de lo que son las partidas. Y todos sabemos que una vez que se ejecuta el presupuesto, todo lo que entra por la vía de impuestos posterior a la liquidación de las partidas presupuestadas, son de uso discrecional del Ejecutivo”, explicó.

Entonces, la diferencia, esta vez, es que hay un gobierno que decidió iniciar su administración sin presupuesto.

Barberis, asimismo, opinó que el presidente Javier Milei considera que el respaldo popular recibido en el balotaje lo habilita a este tipo de manejos porque lo interpreta como “una delegación directa de todas las facultades y potenciales que él quiere reunir. Veremos para cuánto le da la espalda política y para cuánto le da la cintura”.

 

La casta

Barberis, finalmente, expresó que la casta “es una idea imposible de definir” pero “el vocablo viene bien para los usos de cualquier enemigo eventual, táctico, que se le presente a Javier Miley, entre sus tuits, sus decisiones invasivas y sus formas de comunicación tan abruptas”.

“La verdad es que Milei, con toda una serie de gestos y de decisiones, ha estado dando cuenta de que no es la casta quien se va a ver perjudicada en todo este primer proceso al menos”, concluyó.

Fuente: Radio Costa Paraná – Entre Ríos Diario