ER Diario
14/02/2022

Boulevard Racedo como derrota de los ParaNo

Apuntes sobre la obra en esa arteria de la ciudad y sus implicancias políticas.

Por Exequiel Flesler

El enero del 2021 se presumía tranquilo, como suponemos amables a todos los veranos hasta que ¡siempre! estalla alguna bomba. Así fue. En la segunda quincena del primer mes de ese año explotó el conflicto por la obra en el Boulevard Racedo. A los pocos días, el intendente de Paraná, Adán Bahl, dio una conferencia de prensa explicando razones.

La obra en esa arteria fue definida por el Municipio porque era necesaria y, por sobre todas las cosas, porque había fondos disponibles. Sin embargo, la obra se topó, como sucedió tantas veces en esta ciudad, con la negativa irracional de distintos grupos autodenominados ecologistas, de izquierda no capitalista y de vecinos autoconvocados (el autoconvocado es aquel que no convoca nadie). Grupos que, suponiéndose poseedores de una moral superior, se ubican del lado del bien de la historia. (Ya explicó Nietzsche en su Genealogía de la moral que lo bueno y lo correcto está patas para arriba desde el origen de los tiempos, que los que se dicen buenos y correctos son, en rigor, todo lo malo y todo lo incorrecto). Son, también, lo que suponiéndose superiores justifican en esa falsa razón acciones desleales y muchas veces ilegales.

Se jugó en este año y pico si un grupo radicalizado podía torcer la voluntad popular refrendada por los concejales, que son, en definitiva, los representantes del pueblo. Si se refrendaba la decisión de las mayorías por sobre minorías intensas hoy deslegitimadas. Por el bien de la ciudad, que no es otra cosa que la suma de los ciudadanos, triunfó la decisión institucionalizada.

Los radicalizados opositores a la obra mintieron en aquel momento, cuando con medios tan violentos como antidemocráticos y antirrepublicanos sembraron miedos absurdos. Decían, los violentos ParaNo, que iban a talar los árboles y todo sería cemento. La realidad fue otra muy distinta: Los árboles que había que retirar (una especie no autóctona: fresnos) fueron trasplantados y todos volvieron a brotar (en rigor, esta operación que calmó los ánimos no era recomendada por ningún especialista. Pues, el gasto energético del traslado de especies foráneas ya desarrolladas no tiene justificación ambiental alguna). Y, en el lugar, se plantaron especies autóctonas ya desarrolladas, por lo que el próximo verano darán sombra.

La capital de Entre Ríos tiene una larga historia de proyectos de obras nunca realizadas por oposiciones ridículas. Oposiciones que el siempre ocurrente José Carlos Halle bautizó como ParaNo, haciendo un juego de palabra con Paraná. Un Parque Acuático que nunca llegó a ser, una perforación termal que no fue posible, un parque tecnológico no permitido. Todas ideas para hacer de la ciudad un lugar mejor y que fueron torpedeadas por el conservadurismo ecologista.

La conclusión de la remodelación del Boulevard Racedo puede saludarse, si se quiere, por la obra en si misma. Debe festejarse, sin lugar a dudas, porque es la derrota del atraso. Y debe, a la par, ser el puntapié para que el debate público se dé por los medios formales: El Honorable Concejo Deliberante, la Comisiones Vecinales, el pueblo a través de su voto. No más asambleas de tres o cuatro con pretensión de verdad que se tornan un muro que frena el Progreso.

 

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