La exfuncionaria de la Municipalidad de Paraná recaló en el ministerio de Cabandié.
Por Exequiel Flesler
El primer día de este junio el intendente de Paraná, Adán Bahl, aceptó la renuncia de Juliana Robledo, hasta ese momento secretaria de Participación y Gestión Comunitaria.
Se la puede ver, a la izquierda del intendente y frente a Eliana Ramos (quien, provisoriamente, ocupa su lugar) en el momento en que materializó la transición en la cartera.
Paréntesis. Vanesa Zehnder, exsubsecretaría de Ambiente y Acción Climática, también renunció durante el punto más álgido del conflicto. Es dirigente de la Fundación Eco Urbano. Fin del paréntesis.
Recapitulemos. En la segunda quincena de enero explotó el conflicto por la obra en el Boulevard Racedo y el 21 el presidente municipal dio una conferencia explicando razones.
Pasaron por la escena pública todas las voces. El Concejo Deliberante y los concejales, el presidente municipal y sus funcionarios, las organizaciones ambientalistas, los ecologistas sin más, partidos políticos, partidos políticos disfrazados de ecologistas, las Defensoras del Pueblo, abogados y caranchos, la Justicia, las comisiones vecinales. Todas las voces. ¿Todas? No. Faltó una.
Una oficina de la Administración Bahl es la encargada de promover “articulaciones entre el municipio, las organizaciones de la sociedad civil, vecinales, sectores académicos, privados y otros, a través de la planificación e implementación de espacios de participación comunitaria, poniendo en valor el aporte de los ciudadanos responsables, solidarios y comprometidos en su territorio”, según puede leer el micrositio de la secretaria de Participación y Gestión Comunitaria. “Integra los ejes de ambiente y acción climática, salud comunitaria y animal, junto a las políticas de mujer y diversidad, con un fuerte acento en el trabajo en redes, fomentando los vínculos de colaboración para el abordaje de los problemas actuales”, agregan.
Repitamos: En la Municipalidad de Paraná hay un área destinada a promover «articulaciones entre el municipio, las organizaciones de la sociedad civil, vecinales… e …integra los ejes de ambiente y acción climática, salud comunitaria».
La titular de este área fue Juliana Robledo. Sobre las atribuciones de la secretaría uno se entera leyendo, porque la gestión, claramente, no las corroboró.
Robledo pasó inadvertida durante el conflicto en el Boulevard. Su participación hubiese sido fundamental desde antes, incluso, del inicio de las obras. Desde los días del proyecto, cuando los frentistas, las comisiones vecinales y las organizaciones ambientales podrían haber aunado criterios que hubiesen evitado la guerra absurda entre ciudadanos. Ello no sucedió. Claro, las culpas no pueden caer solo en quien ya no está. Pero vale marcar su ausencia en ese momento crucial para la Administración Bahl, donde se definía si un grupo radicalizado podía torcer la voluntad popular refrendada por los concejales, que son, en definitiva, los representantes del pueblo o se refrendaba la decisión de las mayorías por sobre minorías intensas hoy deslegitimadas.
Sin demasiado esfuerzo puede leerse que se corrió del ruido, puesto que no tuvo exposición pública sobre el tema. Lo que no puede asegurarse tan livianamente es que no haya tenido participación. “Fogoneó a los sectores ambientalistas”, dice sin rodeos un neoperonista cercano al movimiento ecologista que trajina su teléfono para acercar posiciones muchas veces lejanas.
La presunción adquiere un principio de corroboración si sumamos la publicación mediática de Soledad Cantero, jefa de Gabinete del Ministerio del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, muy crítica de la obra. La nota fue difundida por el sector al que responde Robledo. La historia se cierra con la noticia de que Robledo pasa a integrar como asesora el ministerio de Ambiente.
